Entrevista a la presidenta del Congreso Mediterráneo de Ingeniería Química
Rosa Nomen: “Para que un desarrollo científico llegue a la humanidad hace falta mucha ingeniería química”
Ingeniera Química en 1978 por IQS, Ingeniera Industrial en 1993 por la Universidad Ramon Llull y doctora Ingeniera Química en 1982 por IQS, Rosa Nomen cuenta con una dilatada trayectoria en el ámbito de la química, especialmente en el campo académico.
Nomen es la presidenta del Congreso Mediterráneo de Ingeniería Química, que tendrá lugar en el marco de la próxima edición de Expoquimia, el Encuentro Internacional de la Química, que se celebrará del 30 de mayo al 2 de junio en el recinto de Gran Via de Fira de Barcelona.
Tras la celebración virtual en el marco de Unprecedented Virtual Forum de la 14ª edición en 2020, el Congreso Mediterráneo de Ingeniería Química vuelve en 2023 con su formato presencial, ¿con qué objetivos se plantea la convocatoria del año próximo?
El Congreso del 2023 tiene un reto y muchos objetivos. Recuperar la ilusión, el networking, la participación, a la escala que le corresponde, del Congreso Mundial de Ingeniería Química del 2017, a la vez que demostrar que en un congreso de ingeniería química es posible, y así es en otros países, el encuentro a partes casi iguales de la Academia y la Industria. Una simbiosis más que necesaria porque es muy enriquecedora por ambas partes.
¿Nos puede avanzar qué temáticas se abordarán en la edición de 2023?
Por supuesto. Debemos encontrar soluciones sostenibles de manera inmediata a los retos acuciantes de
- la circularidad, contemplando desde el reciclado, los biomateriales o el dióxido de carbono hasta la fotosíntesis artificial,
- la descarbonización, incluyendo la fotocatálisis, la captura-almacenamiento-uso del dióxido de carbono, el hidrógeno o los fueles sintéticos,
- los nuevos materiales y las materias primas críticas
- las superficies funcionales y
- la disrupción digital
Todos ellos bajo la mirada de la ingeniería química, es decir, desde las operaciones unitarias y los procesos de separación, la ingeniería de la reacción química, de procesos y productos, sin perder de vista la seguridad, la salud y la protección del medio ambiente.
Apostamos por compartir, discutir y difundir las soluciones que la ingeniería química aporta a los retos globales de la sociedad.
¿Qué papel puede jugar la ingeniería química en la resolución de los retos que tiene planteados la sociedad actual como, por ejemplo, la emergencia climática, la transición energética o la alimentación?
Me permito responder con dos ejemplos, comentados con el presidente de la última edición del congreso de 2020, el doctor Moisès Graells.
El primero, del siglo pasado cuando Alexander Fleming en 1928 descubrió la penicilina, considerada el primer antibiótico “auténtico”. No cabe duda de que Fleming marcó un antes y un después en la curación de las enfermedades endémicas de la humanidad a las que no se podía hacer frente. Sin embargo, solo después de seis años (de 1939 a 1945) de estudio, ensayo y desarrollo de ingeniería química conjunto de Lederle Laboratories, Merck & Co. Inc., Chas. Pfizer & Co. Inc. (ahora Pfizer Inc.), E.R. Squibb & Sons (ahora Bristol-Myers Squibb Company) y Abbott Laboratories, no se hubiera podido suministrar a toda la población mundial ni ser uno de los hitos más importantes del siglo pasado de la industria farmacéutica.
El segundo es mucho más reciente y todos lo tenemos en la mente. La vacuna contra el Coronavirus SARS-CoV-2, nuestro Covid-19. Para que un “invento” o desarrollo científico llegue a la humanidad hace falta mucha ingeniería química.
Sin la ingeniería, la ciencia continuaría siendo una curiosidad y sólo unos pocos se beneficiarán de sus avances.
El hecho de que el Congreso se celebre en el marco de una feria profesional, ¿es una ventaja o un inconveniente?
Indudablemente, una ventaja. Pero, como todo, hay que saberlo canalizar y encauzar y este es uno de los retos del comité organizador formado, además de por mí en nombre de AIQS, por Jeroni Farnós de AEIC, Lluís Martínez de SEQUI y Carles Navarro de Expoquimia.
¿Cómo acercar a los ingenieros y científicos de nuestros stands a nuestro congreso? Cada uno de ellos debería presentar al menos una comunicación científica. Estoy convencida, al igual que el profesor Ricard García, presidente del Comité Científico, de que es posible.
En este sentido, ¿cree que los avances desarrollados en los centros de investigación llegan a tiempo al mercado a través de las empresas?
Desgraciadamente, no siempre. O quizás debería decir casi nunca o muy pocas veces. Pero me gusta ver el vaso siempre medio lleno, así que me quedo con lo primero.
Nuestra industria, todavía demasiadas, cree poco en lo que hacemos en la universidad, nos tachan de lentos y de poco innovadores o de trabajar sólo para hinchar nuestro currículum. Pero desconocen que, para encontrar soluciones realmente interesantes, hace falta ir a la raíz del problema y ello requiere tiempo… y sobre todo tiene una dosis de riesgo que debe calcularse y valorarse para poderla asumir y que no siempre están dispuestos a hacerlo.
En los países donde hay una simbiosis real entre industria y academia es donde se producen los mayores avances y se obtienen los mayores beneficios.
¿Qué cree que se debería hacer para reducir la brecha existente entre el mundo de la investigación y el de la empresa?
Primero, acercarse unos a otros para crear confianza y luego, crear espacios en los que este encuentro suceda. Por ejemplo, el programa de doctorado industrial es una de las mejores herramientas gubernamentales que tenemos a nuestra disposición, pero todavía tiene pocas solicitudes. Otro ejemplo es, por supuesto, Expoquimia y su congreso de Ingeniería Química. Mejor imposible.
Ya, por último, además de las ediciones anteriores del Congreso Mediterráneo de Ingeniería Química, en 2017 tuvo lugar el X Congreso Mundial de Ingeniería Química coincidiendo con Expoquimia, ¿se puede decir que Barcelona es una de las principales capitales de la química tanto en su vertiente teórica como empresarial?
Estas afirmaciones siempre me cuesta un poco hacerlas de manera gratuita, necesito datos y hechos irrefutables que las soporten. Lo intento.
Tenemos Expoquimia que es la segunda feria de Química de Europa e hicimos el Congreso Mundial que solo se ha celebrado nueve veces más, además del nuestro de 2017, que ha sido el mayor congreso de Ingeniería Química del mundo con más de 3.000 participantes, muy bien valorado por todos sus asistentes y por la Federación Europea de Ingeniería Química y en el que el Consejo Mundial de Ingeniería Química firmó la Declaración de Barcelona. Por supuesto, sin contar que en Catalunya tenemos el 50% de la industria química de España, que Tarragona tiene el mayor polo químico del sur de Europa y que hay muy buenas universidades que hacen una labor excelente.
Con esto datos, ¿por qué no? Creo que sí podemos decir que Barcelona es una de las Capitales de la Química.
Barcelona, septiembre de 2022
Edu Pérez Moya
93 233 21 66
eperezm@firabarcelona.com